lunes, 20 de octubre de 2014

Obesidad y Salud Digestiva en México.

La obesidad se ha convertido en una de las principales amenazas para el sector salud en México, no sólo por ser una epidemia en sí, sino por las enfermedades que se pueden derivar, tales como la diabetes o los males cardiovasculares.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en el planeta existen más de mil millones de adultos con sobrepeso y más de 300 millones son obesos. En México la situación no es más halagüeña: según el informe “La obesidad y la economía de la prevención”, realizado el año pasado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el país ocupa el segundo lugar mundial en obesidad, con un 30% de la población que la padece; mientras que 70% tiene sobrepeso.

Esto implica que dos de cada tres mexicanos tienen sobrepeso, así como una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres son obesos.

El informe también refiere que el país se ha posicionado en el primer lugar mundial en obesidad infantil; son 4.5 millones de niños de entre cinco y once años los que están excedidos en su peso.

Como consecuencia de ello, los costos para tratar la obesidad y el sobrepeso cuestan al país 3500 millones de dólares anuales en atención médica y hospitalaria, ausencias laborales y otros. Y se proyecta que la suma llegue a 6500 millones de dólares hacia fines de esta década

Algunas de las causas

Horacio Anell, analista de Euromonitor International,empresa líder de investigación de mercado, señala que una de las causas que han llevado al país a padecer esta epidemia es el consumo excesivo de comida empacada, fuera del marco de una dieta balanceada.

“De los productos procesados, más del 40% del total de ventas de comida empacada son productos panificados: pan, tortillas, pasteles, galletas, pastelitos”, indica.

Agrega que si bien ningún producto es responsable por sí mismo, sino su consumo en cantidades excesivas, el crecimiento del mercado de bebidas carbonatas, tendencia que se mantendrá hasta el año 2015, no ayuda a mejorar la situación.

El analista resalta también la poca ingesta de alimentos frescos que se realiza, la cual es de 272.6 kilogramos anuales por persona, lo que pone al país en el lugar 74 de una clasificación de 207 países.

El especialista considera que si bien la actividad física es una opción para enfrentar esta problemática, mejorando los hábitos alimentarios se puede obtener una mejor respuesta.

“Hoy incluso existe una sutil tendencia a mejorar los hábitos alimentarios no sólo a nivel mundial, sino en México; además, ante la problemática, la industria alimentaria ha tenido una respuesta que va desde la reformulación de productos y/o sustitución de ingredientes hasta la innovación y productos con un plus en ingredientes saludables”, precisa.

En este sentido, durante su más reciente visita, en el mes de junio, el relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el derecho a la alimentación, Oliver de Schutter, dijo a los medios de comunicación que el hambre y la obesidad tienen la dimensión de emergencias nacionales en México debido a políticas agrícolas regresivas.

El funcionario de la ONU manifestó que México enfrenta la paradoja de tener 19.5 millones de personas que viven en pobreza alimentaria, a la vez que un 70% de mexicanos son obesos o tienen sobrepeso.

“Estas dos emergencias son el resultado de un sistema alimentario que debe de cambiar”, añadió el relator de la ONU en una rueda de prensa.

Apuntó que los programas del campo deberían ofrecer más apoyo a agricultores pequeños e impulsar una política pública que establezca contacto entre pequeños productores locales y los consumidores, principalmente porque el país importa 43% de sus alimentos y las personas están comprando más comidas procesadas en lugar de productos frescos.

Pero es sólo el inicio del problema

De acuerdo con Carlos Narváez, director del Centro de Atención Integral en Salud Metabólica, cada año se podrían evitar al menos 55 000 defunciones por padecimientos relacionados con el sobrepeso y la obesidad si se realizaran cambios no sólo en los hábitos alimenticios, sino en el estilo de vida en general.

“La mayoría de la población vive a un ritmo muy acelerado y sin un conocimiento adecuado de los hábitos alimenticios y de vida que pueden contribuir a mantener un buen estado de salud”, asegura.

Al respecto, el doctor Jorge Escobedo de la Peña, jefe de la Unidad de Investigación en Epidemiología Clínica del Hospital General Regional (HGR) número 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), expresa que la obesidad en el abdomen es un riesgo para la salud, ya que no sólo se trata de exceso de peso, sino de un problema de distribución de la grasa que se aloja en los órganos al interior de la cavidad abdominal, lo que se refleja en una abundancia de tejido adiposo (el llamado “cuerpo de manzana”), relacionado con mayor probabilidad de desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas.

Uno de estos padecimientos son los males cardiovasculares, que de acuerdo con la Federación Mundial del Corazón, ocupan el primer lugar de morbimortalidad en casi dos terceras partes de la población mundial.

Al respecto, el doctor Mauricio Hernández Ávila, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, opina que la oportunidad de encontrar nuevas alternativas que permitan enfrentar el riesgo de las epidemias silenciosas, como la obesidad, la hipertensión arterial y las dislipidemias, se ha convertido en una necesidad impostergable que requiere de su fortalecimiento e impulso en las instituciones del sector salud.

“Es tiempo de cambiar paradigmas en cuanto a seguir pensando que estos males se presentan sólo en los adultos, ya que éstos afectan cada vez más a todos los grupos de la población. Modificar los estilos de vida llevará tiempo, pero con educación y medidas preventivas permanentes se avanzará hacia una mejor salud”, explica.

En este sentido, datos de la Secretaría de Salud concluyen que las enfermedades cardiovasculares (ECV) constituyen la segunda causa de muerte en el país, tanto en mujeres como en hombres.