miércoles, 26 de diciembre de 2012

Alimentos para el frío

Como todo el mundo sabe, nuestro organismo está expuesto constantemente a la potencial invasión de numerosas sustancias patógenas que pueden llevarnos a enfermar: virus, bacterias, hongos, etc.

La dieta inadecuada es un factor externo que puede afectar a nuestras defensas, sobre todo cuando interaccionan con otros factores como los bruscos cambios de temperatura del otoño, el estrés prolongado, la falta de sueño, actitudes y emociones agresivas, consumo de fármacos, etc.

Ante los cambios de estación es muy importante cuidar lo que comemos para fortalecer nuestro sistema inmune.

Algunos signos nos advierten que nuestras defensas se encuentran bajas:
  • Los fumadores pueden tener dolor de garganta dando la impresión de estar cogiendo un resfriado que al final no llega,
  • Pueden aparecer pupas en los labios,
  • Cansancio mayor de la habitual,
  • Heridas que tardan en cicatrizar,
  • Dolores musculares sin haber hecho ejercicio,
  • Debilidad del cabello...

Cuando la dieta no es equilibrada, es muy importante usar o tomar complementos alimenticios en forma de ampollas, cápsulas, jarabes, etc., bajo la supervisión y consejo de un profesional, teniendo en cuenta que al mismo tiempo se debe mejorar progresivamente los hábitos alimentarios.

Qué comer y que no Comer
La mayor parte de los problemas de tipo inmune se deben al maltrato dado al sistema digestivo por una alimentación inadecuada -con escasez de fibra y exceso de alimentos fritos y grasas saturadas- así como a la ingesta de café, leche, azúcar y alcohol, a lo que hay que unir el consumo elevado de antibióticos, corticoides, laxantes, inmunodepresores, etc. y las infecciones intestinales.
No existe ningún otro alimento como las frutas y verduras que posean tantos antioxidantes que transformen tus células en fortalezas contra los radicales libres.
Por eso, toma al día al menos 5 piezas de fruta, verdura o jugo de fruta.





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