sábado, 5 de diciembre de 2015

Obesidad infantil en México 2016

Cuando pensamos en temas relacionados de obesidad infantil, llegamos de manera inmediata a pensar que ese cuidado debe iniciarse en los primeros años de vida del infante, pero recientemente, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) menciona que la prevención de la obesidad debe iniciarse con el adecuado seguimiento de la mujer embarazada y con una orientación a la familia sobre hábitos alimentarios saludables.


Algunos de los factores que desarrollan la obesidad infantil en México en este 2016, se deben principalmente a que los niños no consumen fibra, toman poca agua y su alimentación se fundamenta en la ingesta de alimentos ricos en grasa y proteínas, así como refrescos y bebidas azucaradas en abundancia.

Para determinar el estado de salud de los niños, se aplican mediciones antropométricas (peso, talla, circunferencia de cintura), toma de presión arterial, determinación de los niveles de glucosa, triglicéridos, colesterol e insulina y estudios genéticos (que identifican genes que se asocian a la obesidad infantil).

Con estas pruebas también se pueden detectar la presencia de pliegues de color obscuro (acantosis) en cuello y antebrazos, que indican la probabilidad de que padezca alteraciones metabólicas y hasta prediabetes. Estos datos muestran que los componentes que detonan en obesidad infantil en México, son el sedentarismo, la actividad física diaria, alta ingesta calórica, es decir, el consumo de harinas refinadas, azúcares y grasas y la genética.

Ante este grave problema, es importante crear en los niños, hábitos sanos como tomar agua, una buena alimentación balanceada y recomendar hacer ejercicio para permitirles una excelente calidad de vida.

Empecemos con algunos datos

Obesidad infantil en México estadísticas

En una encuesta que realiza por el Instituto Mexicano del Seguro Social a nivel nacional, reveló que en México, 1 de cada 4 niños de entre 5 y 11 años de edad tiene sobrepeso u obesidad, mientras en adolescentes lo padecen 1 de cada 3, de esta manera, México se ubica en el primer lugar a nivel mundial de infantes con obesidad, además de que el Distrito Federal es la ciudad con mayor número de obesos en el mundo.

Este mal entre niños y adolescentes mexicanos constituye una urgencia de tratamiento médico, porque es una enfermedad que aumenta el riesgo cardiovascular, ya que enfermedades que antes eran exclusivas de adultos como diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, aumento de triglicéridos y colesterol se están presentando en grupos de esta edad.

Como pueden ver, urge tratar la obesidad desde la infancia y la adolescencia, con el fin de que quienes tenemos o nos dedicamos a los niños, entreguemos una generación más sana y con menos riesgos cardiovasculares.

Por tanto surge la siguiente pregunta… ¿Cómo hacer que mi hijo, mi hermano o mi consentido, no padezca obesidad? Pues fácil..! Debemos alentarlos a comer sano y a hacer más ejercicio, pues estos son los dos puntos clave.

Por nuestra parte, nos enfocaremos a la parte de la actividad física, el ejercicio y el deporte. Hoy por hoy para conseguir cambios conductuales en los niños, se debe lograr que los padres estén convencidos de los beneficios de la práctica deportiva y el impacto que tendrá en la salud de sus hijos. En el caso de los niños muy pequeños se recomienda que hagan primero clases de psicomotricidad para que vayan desarrollando sus capacidades y posteriormente incorporar algún deporte pero de forma lúdica.

A partir de los 6 y 7 años, el niño está preparado físicamente para realizar algún deporte. Lo ideal es que lo practiquen en el colegio, en algún club deportivo o con sus padres y hermanos, en el campo o en los parques. Cuando lleguen a los 7 y a los 13 años, su capacidad de aprendizaje y entrenamiento es increíble y progresan a pasos de gigantes. En esta etapa se sentirán más fuertes, más valorizados frente a los demás y controlarán más sus emociones.

Para que el niño sea constante debe de encontrar y practicar un deporte que le guste, olvídate de la imposición de los padres, que porque ellos lo jugaron o les gusta tal o cual deporte. La elección del deporte se tiene que hacer entre el niño y los padres, como por ejemplo a un niño tímido le haría bien un deporte de equipo, a un perezoso, un deporte individual para que tenga que esforzarse, etc. Lo más importante es que el niño cuente con la comprensión de los padres a la hora de escoger, respetando su gusto, su momento y su tiempo.

Obesidad infantil, cifras alarmantes en México

Obesidad infantil en México estadísticas

  • Uno de cada 4 a 5 niños es obeso, mientras que uno de cada 3 está en riesgo de serlo.
  • Los niños que son obesos a la edad de 6 años, tienen un 27 % de probabilidad de ser obesos cuando sean adultos.
  • Los niños que son obesos a la edad de 12 años, tienen una probabilidad del 75% de ser obesos en edad adulta.
  • Uno de cada diez niños es obeso al llegar a los 10 años.
  • Un niño obeso tiene 12.6 más probabilidades de tener diabetes mellitus y 9 veces más probabilidades de ser hipertensos a edad temprana que los niños no obesos.
  • 43 por ciento de los que se ubican entre los 3 y los 9 años, también la padecerán más adelante.
  • 86 % de quienes llegaron a la pubertad en   esa condición, tienen una alta probabilidad de mantener así el resto de su vida.
  • Los niños con 15% de sobrepeso tiene alteraciones ortopédicas, dificultad para estar erguidos, alteraciones de alineación de columna y extremidades debido al enorme depósito de grasa abdominal.
  • En la pubertad, con 20 por ciento de sobrepeso, hay restricción pulmonar, disminuye la movilidad diafragmática, la ventilación es superficial y la oxigenación menor.
  • Al hacer ejercicio, los niños se fatigan rápidamente porque el corazón late más veces por minuto de lo normal, los pulmones ventilan inadecuadamente y si continua la actividad, pueden aparecer calambres, dolor por fricción del hígado con las costillas (dolor de caballo) y otras complicaciones.

El equipo de Nutricell de México recomienda a todos ustedes practicar a diario un deporte y/o actividad física constante, y sobre todo, inculcarla en nuestros niños, pues ello les garantizara un mejor desarrollo y mejores oportunidades de salir adelante. Por nuestra parte, recomendamos a ustedes algunas de las actividades que pudieran sugerir a todos los niños, con el fin de aumentar su calidad de vida.

A continuación te recomendamos algunas actividades para los pequeños:


  • Natación: Es mucho más que saber flotar y desplazarse en el agua. La natación fomenta la independencia e incrementa la inteligencia de nuestros pequeños.
  • Tae Kwon Do: Contribuye en el proceso formativo de los niños, pues desarrolla tanto su estado físico como emocional favoreciendo considerablemente su rendimiento escolar y su relación con los demás.
  • Futbol: sirve para que los niños regateen el balón y marquen goles. Trabajan las dinámicas grupales, la psicomotricidad y la confianza propia.
  • Tenis: Desarrolla la motricidad y la coordinación, fortalece y tonifica la musculatura de los niños, estimula la disciplina, la psicomotricidad y el sentido de responsabilidad.
  • Patinaje: Es una experiencia saludable y amena. Una de las enseñanzas más importantes del patinaje, es aprender a caer. Trabaja el equilibrio y la coordinación motora de los niños.
  • Esquí: la práctica del esquí fomenta el respeto, el orden y el compañerismo entre familia, fortalece los músculos y el equilibrio de los niños.
  • Yoga: esta práctica no solo es para adultos, es una práctica positiva en la etapa de crecimiento de los niños. A través del Yoga, los niños ejercitarán su respiración y aprenderán a relajarse.

El actuar lo antes posible, es decir, una detección de obesidad a temprana edad, siempre facilitará un mejor diagnóstico y una mejor solución.

En nuestros hogares deberíamos este 2016, implementar programas de manera familiar para atender factores de riesgo y facilitar el seguimiento y tratamientos para combatir la obesidad infantil. Es decir un mayor esfuerzo en la sanidad de la niñez para evitar patologías crónicas importantes como diabetes.

En dado caso de que tengamos miembros en la familia ya padeciendo este mal, acercarnos a solicitar información sobre planes integrales de obesidad infantil.

Es claro que la idea antigua de nuestras abuelas que traducían niño gordito con niño hermoso y más sano ha quedado obsoleta… y si eso no es así, deberíamos descartar esa idea de una vez en nuestro ideario cultural. Un niño obeso, casi con toda seguridad será un adulto obeso, y por tanto, es un niño enfermo. Así que no hay mejor oportunidad para empezar este 2016, que haciendo ejercicio e inculcárselo a nuestros niños. 

Buen inicio de año.

Namaste.


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