lunes, 10 de septiembre de 2018

CÓMO AFRONTAR LA MENOPAUSIA


Se denomina menopausia al momento de la vida de la mujer en que deja de tener la posibilidad de engendrar hijos al cesar la función cíclica de los ovarios y la menstruación.

Una época que en la mayoría de los casos tiene lugar de forma natural entre los 40 y los 55 años aunque el promedio esté en los 50.

Cuando los ovarios envejecen disminuye la cantidad de hormonas que hasta entonces secretaban periódicamente de manera que las reglas se van haciendo cada vez más irregulares hasta que desaparecen.

En todo caso, para que podamos hablar de menopausia es necesario que haya transcurrido al menos un año sin que haya habido ninguna menstruación.

Se denomina menopausia prematura a la que se produce antes de los 40 años.

Suele deberse a una insuficiencia ovárica en la que pueden mediar diferentes razones: predisposición genética, alteraciones de tipo hormonal o autoinmune, cirugía, quimioterapia, etc.

Y menopausia artificial a la que se produce como consecuencia de una intervención quirúrgica, por recibir radiaciones, etc.

LA PERIMENOPAUSIA

Al periodo de transición que empieza cuando los ciclos menstruales comienzan a ser irregulares se le denomina perimenopausia.

Puede durar hasta seis años y termina cuando ha transcurrido un año desde la última regla.

Las alteraciones que pueden aparecer durante ella son las siguientes:

·         Sequedad vaginal.
·         Alteraciones del sueño.
·         Cambios en el estado de ánimo.
·         Sofocos.
·         Trastornos cardiovasculares.
·         Cambios genitourinarios.
·         Cambios en la piel.
·         Disminución del tono muscular.
·         Flacidez generalizada.
·         Dolores de cabeza.
·         Meteorismo.
·         Cansancio.
·         Hipertensión.
·         Problemas de circulación periférica.
·         Disnea.
·         Disminución del rendimiento intelectual, la concentración y la autoestima.

Los sofocos tienen lugar por una inestabilidad vasomotora que aparece en el 70% de las mujeres que pasan por esta situación.

Durante ese momento la piel -sobre todo la de la cara y cuello- aparece roja y caliente, con sudoración profusa.

Las enfermedades cardiovasculares, en cambio, suelen aparecer cuando ha pasado la menopausia y se deben a la disminución de estrógenos.

Taquicardias, hormigueos, palpitaciones cardiacas, mareos, etc., son algunos de los síntomas que advierten del peligro.

En cuanto a los cambios psicológicos puede aparecer fatiga, insomnio, irritabilidad, tendencia a la depresión, nerviosismo, etc., también inducidos por la disminución de estrógenos.

El impacto psicológico de la menopausia debe tenerse pues muy en cuenta con el fin de llevar a buen término una situación que, si bien es de carácter fisiológico, implica muchos cambios en la vida de una mujer por lo que su entorno ha de prestarle toda la ayuda necesaria para adaptarse a la nueva situación sin que el hecho deje secuelas importantes.

También la piel se hace más fina, sensible y seca aumentando la posibilidad de que aparezcan arrugas y manchas en las manos y en la cara.

La osteoporosis es, asimismo, una de las enfermedades más graves asociadas a la menopausia y que debe tener especial consideración.

Puede aparecer también dificultad para retener la orina.

Ello se debe a que el tejido epitelial disminuye y adelgaza lo que provoca pérdida de tono uretral. Aparece también por disminución de la estimulación estrogénica.

En cualquier caso, y aunque no se debe convertir un fenómeno fisiológico y natural en un problema para la salud, cuando todo lo descrito se manifiesta en toda su crudeza no deja de ser a veces señal de la existencia de un tipo de vida no acorde con las leyes de la Naturaleza y de ahí la presencia de tantos desequilibrios bioenergéticos, bioquímicos y biomecánicos.

LA TERAPIA HORMONAL SUSTITUTORIA

Es evidente, como acabamos de ver, que la llegada de la menopausia provoca en la mujer cambios hormonales importantes que alteran su metabolismo.

Por eso los médicos las recomiendan someterse a una terapia hormonal sustitutoria a fin de disminuir la incidencia del infarto de miocardio y aliviar los sofocos, la sequedad y atrofia vaginal, las alteraciones urinarias y la aparición de osteoporosis.

Una terapia, por cierto, no exenta de peligro ya que, por ejemplo, aumenta el riesgo de que se pueda desarrollar un carcinoma de endometrio.

Y que además está contraindicada en las enfermedades hepáticas graves, en la tromboflebitis activa, las hemorragias uterinas de origen desconocido, la hipercolesterolemia, el cáncer de mama, la diabetes mellitus y el infarto de miocardio, entre otras dolencias.

Y por si todo ello fuera poco, hay que añadir que informes recientes ponen en duda su presunta utilidad.

Un prestigioso grupo de científicos y médicos acaba de asegurar en un informe titulado International Position Paper on Women's Health and Menopause que los beneficios de la terapia de sustitución hormonal son mucho más limitados de lo que se creía.

Según ellos, el estrógeno puede aliviar los sofocos y el sudor nocturno en las mujeres que atraviesan o han pasado la menopausia así como contener la pérdida ósea pero no se ha demostrado que proteja de las enfermedades cardiacas, el Alzheimer, la osteoporosis, la depresión y la incontinencia urinaria como se aseguraba hasta ahora.

Para Deborah Grady, epidemióloga de la Universidad de California, es increíble que se lleve tanto tiempo recetando a millones de mujeres un fármaco con efectos secundarios tan importantes sin haber tenido la prueba de que funciona.

Es más, según cuenta las mujeres que consumen estrógenos parecen tener ligeramente más ataques cardiacos y ataques cerebrales.

Y a las que tienen Alzheimer precoz tampoco les ayudan precisamente los estrógenos.

¿Qué pueden pues hacer las mujeres en esta situación? Veámoslo.

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS

En primer lugar, es muy importante llevar una alimentación y un tipo de vida lo más sano posible. Siga pues estos consejos:

·         Siga una dieta rica en frutas y verduras crudas.
·         Sustituya los cereales blancos por integrales.
·         Elimine el azúcar blanco.
·         Erradique la bollería industrial.
·         Elimine el tabaco y el café.
·         Disminuya o elimine el consumo de bebidas alcohólicas.
·         Reduzca la cantidad de grasa de la dieta.
·         Elimine las carnes rojas.

OTRAS RECOMENDACIONES

·         Intente llevar una vida poco estresada.
·         Realice algo de ejercicio físico adecuado.
·         Trate de dormir de 7 a 8 horas diarias.
·         Evite el sedentarismo.
·         Invierta su tiempo libre en actividades gratificantes.

COMPLEMENTOS MEDICINA ORTOMOLECULAR

Los complementos de la Medicina Ortomolecular que pueden ayudar cuando llega la menopausia son los siguientes:

Vitamina E. Puede mitigar los sofocos, los sudores, los cambios de humor y la sequedad vaginal además de mejorar la circulación. Es protector del sistema cardiovascular. Se puede utilizar también de forma tópica como lubricante de la vagina con muy buenos resultados.

Calcio. Parece que las mujeres postmenopáusicas tienen niveles de acidez gástrica bajos lo que impide la buena absorción este mineral.

Boro. Aumenta la actividad del estradiol.

Ácido fólico y vitaminas B6 y B12. Reducen los niveles de homocisteína por lo que se verá reducido el riesgo de alteraciones cardiovasculares. El ácido fólico, en particular, aumenta los niveles de estrógenos.

Vitamina C y silicio. Son importantes para mantener en buen estado el tejido conjuntivo y la producción de colágeno.

G.L.A. Actúa como precursor de las prostaglandinas que participan en la producción de estrógenos.



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