sábado, 1 de septiembre de 2018

FLORA INTESTINAL, CLAVE DE LA SALUD


Para algunos expertos la clave de nuestra salud reside en nuestros intestinos hasta el punto de que los consideran algo así como las raíces del árbol llamado hombre.

Y es que el intestino no es un simple órgano de absorción.

Es el elemento más relevante para la actividad del sistema inmune y los mecanismos de protección inespecífica ya que es en él, precisamente, donde son más activos.

Sus células inmunocompetentes reconocen los agentes patógenos y activan la producción de linfocitos que, a su vez, segregan anticuerpos inespecíficos.

Cuando nacemos el tracto gastrointestinal es estéril pero poco después se instala de forma permanente un complejo conjunto de aproximadamente 400 tipos diferentes de microorganismos que trabajan en armonía para el mantenimiento de la salud.

Esa microflora -la flora intestinal- pesa más de un kilo, puede estar compuesta por hasta 100 billones de microorganismos diferentes y tiene una actividad metabólica global similar a la de un hígado.

Una vez que esa microflora se ha instalado puede verse afectada negativamente por factores como el consumo de alimentos muy refinados pobres en fibra, los tratamientos antibióticos y el estrés, entre otros.

Pero también se le puede ayudar mediante la introducción en nuestra dieta de alimentos prebióticos y probióticos, alimentos considerados funcionales porque son capaces de modificar la floraintestinal, entre otros efectos saludables.

De esta forma, a la vez, se produce un efecto beneficioso sobre el sistema inmune que nos permite prevenir distintas enfermedades, incluido el cáncer.



El estrés, los malos hábitos alimentarios y el abuso de antibióticos son sólo algunos de los factores que pueden afectar negativamente el necesario equilibrio de nuestra flora intestinal.

Y en tales casos la ingesta de los llamados productos probióticos -que contienen microorganismos vivos y activos una vez que colonizan el intestino-, prebióticos -que estimulan la acción bacteriana- o simbióticos -que asocian a ambos- es una buena alternativa, natural y sin efectos secundarios para mejorar sensiblemente el funcionamiento intestinal y, por extensión, optimizar nuestra salud.

De un tiempo a esta parte se están poniendo de moda los llamados "alimentos funcionales".

Son alimentos enriquecidos que no sólo aportan a quien los ingiere beneficios meramente nutricionales sino también otros que le permiten mejorar su salud.

Pues bien, tal es el caso de los probióticos y prebióticos que, además de nutrir a quien los consume, colonizan el intestino modificando positivamente la flora intestinal y mejorando el funcionamiento del sistema inmune y, por tanto, la salud global del organismo.





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